Hoy el día tiene un color raro. Echado sobre la cama frente a la ventana armada, y la cama sobre cuatro baldosas, y las baldosas flotando, y el flotar sobre las baldosas, y éstas sobre el suelo y todo acostadito sobre cuerdas vibrantes que definen la geometría del espacio y del tiempo; el tiempo pasa lento y se oye algo caer. Gotitas que recorren geodésicas desde las nubes de color raro hasta morir en el suelo, mientras luchan por mantener su bonita redondez agarrándose todas las partes de su cuerpo. Mientras, mis pensamientos se mueven a través de variedades de Calabi-Yau que se rasgan y se transforman en otras. Y las ideas se doblan, retuercen, dividen sin romperse, se alargan y se vuelven pesadas, se olvidan y aparecen otras.
No puedo evitar ser consciente de todo lo que sostiene al mundo. Pero eso no es del todo importante. Las cuerdas no cambiarán mi vida. Lo que me importa es saber que el día tiene el color del cristal con el que me miras.
Por cierto, odio la democracia... y quiero sollozar cuando veo mi lápiz de color.
4 comentarios:
No he entendido ni una sola frase de esta entrada. Despues de leerla me he quedado traumatizado.
No te traumes! La entenderás, la entenderás :D
Anda, has cambiado tu foto. Ahora que es?
Es una sección bidimensional de un espacio de Calabi-Yau.
Spero ke haias entendido un poco más la entrada... y en ese caso spero ke te haia gustao un poco al menos ;) Wenos días.
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