miércoles, 31 de diciembre de 2008

Y se acabó. Se acabó el año. Y este año tiene un segundo más. Me hace gracia el pensar que ese segundo ha ido moviéndose a lo largo del año, entre los demás segundos, entre los minutos, entre las horas y los días. ¿En qué habremos gastado ese segundo? Un segundo más para decidir algo... un segundo más para pensar. Habrá quien haya tomado la decisión correcta. Habrá quien se haya equivocado por haber pensado ese segundo de más. Algunos habrán tomado ese segundo de descanso, para que el tiempo se detenga un instante.

En un segundo el mundo cambia, gira, acaba volteado... y no nos hemos dado cuenta, porque todo ha ocurrido en un momento, algo casi instantáneo, con velocidad casi infinita, como un lucifer efímero que arde, combustiona, explosiona incluso, en un segundo, brillando con el brillo de mil soles que graba a fuego y para siempre ese momento en nuestra mente. Para siempre. Un segundo es efímero, pero puede ser intenso.

Nada es para siempre. Lo único que permanecerá para siempre será la Voyager. Todo lo demás se acaba. Y no nos pongamos tristes por eso. Nos quedan por delante muchos segundos que nos darán momentos irrepetibles y nuevos proyectos que iniciar.

Espero que hayáis aprovechado vuestro segundo regalado. Yo, por mi parte, lo usaré en el último minuto del año, así podré comerme una uva más. Y comeré 13, como forma de enviar un mensaje claro a la Entropía de que este año mando yo sobre mi vida. ¡¡¡Feliz 31536000 segundos a todos!!!

domingo, 30 de noviembre de 2008

Rave

Cuantas idas y venidas, encuentros y reencuentros, despedidas y "hasta prontos" suceden en una estación. Cuantas vidas fluyen y convergen en un mismo punto. Mientras esperas ves a un chico llegar, se detiene sobre el andén 22 y mira hacia los lados. Se sopla las manos abrigadas por los guantes; se frota las manos luego. ¿Qué estará pensando? Claramente no va a tomar un autobús. No lleva maletas; sólo unos vaqueros y una chaqueta negra con una palestina al cuello. Debajo de la chaqueta no sabes qué viste. Podría ser una camisa, a rayas verticales u horizontales. Quizás sea un jersey oscuro. Tiene que estar esperando a alguien. Esperando un autobús. Se da la vuelta y se sienta en un banco con las manos en los bolsillos y la pierna derecha sobre la izquierda. Vuelve a mirar hacia los lados. Ve a otro chico, con una chaqueta negra tambien y una bolsa en la mano. ¿Qué habrá en la bolsa? También parece que espera a alguien. Da pasos hacia delante y luego hacia detrás. Se apoya sobre la pared y vuelve a echar a andar. Mientras tanto la gente va de un lado para otro. No demasiada, es tarde. Se oye un "oye" de un señor mayor; "dónde andas?" pregunta; "vale vale, hasta ahora". El autobús debe de estar a punto de llegar. Cada vez hay más gente frente al andén 22, aunque también frente al 23 y al 21; el bus parará por ahí. Finalmente se ve aparecer. Sí, es ese. El de la chaqueta negra sonríe. El de la otra chaqueta negra también. Miran a ver si ven a quien quieren ver. El autobús entra en el andén 23. Un chico baja mientras se coloca el abrigo. Otra chica aparece por la puerta del bus con un bolso en la mano. Cada uno saluda a una de las chaquetas negras. Voces, risas, abrazos, besos; maletas que ruedan. El de la chaqueta negra se aleja por la puerta azul. El otro de la chaqueta negra se aleja por la verde. Tres días más tarde vuelven a encontrarse frente al andén 22. De nuevo voces, abrazos y maletas rodando. Cada uno ha hecho una vida distinta. Pero en ese punto del tiempo y el espacio coinciden, tienen algo en común; son vidas no totalmente paralelas que se cortan en un punto. Ahora divergen y quién sabe si volverán a unirse.

domingo, 26 de octubre de 2008

Mad World

Esperaré, quizás el plan salga bien.

domingo, 5 de octubre de 2008

sábado, 4 de octubre de 2008

Qué me vendes ?

Hay quien, como las vallas publicitarias, tiene dos caras; una sucia y oxidada.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Domingo



Los domingos no son siempre agradables... y más los domingos de otoño o invierno. Y hoy parace un domingo de otoño. Y además un domingo lluvioso. Así que este domingo es el domingo perfecto para celebrar la melancolía. Mañana lunes empieza otra semana, no otra más, si no otra distinta a las demás. Los domingos son los días para repasar lo que se ha hecho durante la semana, recordar momentos u olvidarlos. Este domingo es un domingo para recordar y olvidar cosas que han sucedido este verano, incluso me remonto más atrás, atrás atrás en el tiempo. Y se recuerdan muchas cosas y se olvidan muchas otras, y el día viene que ni pintado. Y mañana otra semana, esa semana esperada en la que se anuncian tantos cambios. Y en el ambiente falta algo, se nota la melancolía, un poco de tristeza y frases que no se dijeron y otras que no debieron decirse.

Y cuando el domingo se pase, sólo espero hacerlo bien.

lunes, 22 de septiembre de 2008

lunes, 15 de septiembre de 2008

Un lunes

Hoy me siento raro... En realidad empecé a sentirme raro hace mucho tiempo (un mes quizás, tal vez dos). Pero ahora soy más consciente de mi "rarismo". Ya no sé si aburro a la gente o la asusto, por raro claro, porque me siento raro. No sé hablar de cosas superfluas, banales, mundanas... y de lo que sé hablar, a nadie le interesa... Así que para ahorrarme problemas y ahorrarle problemas a los demás, creo que me encerraré en mi pequeño mundo raro. Me da algo de pena no ver a la gente (esa a la que aburro o asusto), pero al menos no sufro. Además de raro seré cobarde. Aunque no lo creo, me encierro porque para ver el mundo este... bah, mejor lo observo a través de la ventana, al menos puedo cambiar el color del cristal.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Me siento

Un cronopio ingenuo, sensible, desordenado, idealista... ya saben ustedes, un cronopio de los de antes.

miércoles, 30 de julio de 2008

O quiz´s s´lo necesite estar solo...

martes, 29 de julio de 2008

Tengo necesidad de:


! Un corte de pelo

" Un trabajo emocionante

· Una maleta

$ Una c´mara de fotos

% Unos zapatos

& Un verano ocupado

/ Una mente brillante a mi lado...

domingo, 27 de julio de 2008

Cuidado

Desconf´o de los que proclaman su honestidad a los cuatro vientos. Ese tipo de personas con tal alto concepto de sí mismas siempre encuentran una excusa para justificar sus errores. Prefiero codearme con pecadores normales... al menos ellos saben que a la larga es mejor decir la verdad.

sábado, 21 de junio de 2008