Puede que fuese un día tal como hoy... Lo que recuerdo perfectamente es el viento. Mucho viento. Y cuando salí de allí con él tuve que taparlo para que no le molestara el aire. Era tan pequeñito... Hoy le he visto morir.
Nunca había visto morir a nadie... Creo que así ha estado bien. No me hubiese gustado levantarme una mañana y descubrir que se ha ido. Así es mejor. He estado con él cuando ha llegado el momento de volver a volar y me tranquiliza el pensar que de alguna manera lo sabe. Hoy podría haber estado en mil sitios, pero he estado aquí... justo en el momento en que me necesitaba. Al menos no ha muerto en la oscuridad de la noche o en un ricón sin que nadie le viese irse...
Era una constante en mi vida... Todas las mañanas desde hace 12 años me ha visto levantarme. Sabía que todos los días cuando volviera estaría ahí. En algunos momentos no le he hecho mucho caso, pero la seguridad de saber que siempre estaba conmigo le hace a uno confiarse... Pero ya mañana no me verá levantarme. Y yo no le veré mirarme desde su rincón. No habrá más inviernos ni más días soleados. El tiempo es el tiempo y las constantes desaparecen. No cambiará mi vida mañana, pero no por ello es menos importante. Todo bajo el sol tiene su lugar y siempre me acordaré del sitio vacío que deja...
Ahora ha dejado de sufrir y es libre de ir a donde quiera. Mañana le daré el adiós que se merece.
Anar caluva tielyanna...
1 comentario:
La muerte de un ser querido, sea humano o animal siempre nos deja impotentes, y tan solo las lágrimas nos pueden consolar, 12 años son muchos y al mismo tiempo no son nada, la herida cicatrizará pero realmente no le olvidarás nunca. Dices que estabas ahí por casualidad, yo creo que no ha sido así, los animales saben esperar y aceptan la muerte de forma diferente a los humanos, eligió ese momento porque tu estaba allí, te lo digo porque a mí me ha pasado otras veces.
Un saludo, me ha emocionado realmente tu escrito, por cierto, no soy un robot, aunque hay veces que me gustaría serlo.
o: )-
Publicar un comentario